La estatua de Baquedano y el plinto de Peña


plinto

Del lat. plinthus, y este del gr. plínthos; propiamente 'ladrillo'.
1. m. Base cuadrada de poca altura.
2. m. Arq. Parte cuadrada inferior de la basa de una columna.
3. m. Dep. Aparato gimnástico de madera con la superficie almohadillada utilizado para realizar pruebas de salto.

Qué siutiquería más intelectualmente arribista es cambiar el vocablo "pedestal" por otro, que por lo demás tiene un significado muy diferente. Véase el significado que tiene la palabra "plinto" y procédase luego a leer el artículo de Peña en El Mercurio sobre el traslado de la estatua de Baquedano.

Con el mismo afán, por cierto ya conocido, nuestro Peña, intenta sostener una imagen cultista de hombre de pensamiento profundo y una vez más con un par de nombres arrojadizos en cita cree que demuestra lo fútil del acto de retiro de Baquedano de la plaza que se le dedica.

¿La solución de Peña sería dejar el monumento ahí, a merced de la violencia?, ¿No hacer nada?, ¿Exigir que con buenos modales, única herramienta que le queda al estado, convenza a los sátrapas de deponer su intento de dañar un símbolo que como tal es valorado por todos (tanto moros como cristianos)? ¿Decidir en alguna competencia de fuerzas quién es más propietario del valor del símbolo en disputa?, ¿Qué?

En fin, como siempre, no llego a comprender por qué el mundo de las comunicaciones sigue reverenciando a Peña.



Kepa Uriberri


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